Cuenta la leyenda que las hermosas burbujas de la navidad, cansadas de su vil utilización como meros objetos comerciales y decepcionadas porque únicamente una vez al año podían mostrar sus dotes artísticas, decidieron pasar a la acción.
Adoptaron de nuevo su aspecto de meras burbujas achampanadas, eso sí, de un tamaño muy superior al de una burbuja convencional… y crecieron y se multiplicaron infinitamente
y se unieron…
Y cuenta
le leyenda que vagaron y vagan eternamente por la galaxia, siendo
especialmente visibles el último día de cada año, orbitando de planeta en
planeta. No tenéis más que observar la luna cuando brindéis la noche del 31 de
diciembre con vuestras copas cargadas de deseos, desde allí las oiréis decir también a ellas:
¡… que la felicidad os acompañe!
Que la felicidad os acompañe, tambien, a vosotros.
ResponderEliminarBicos y abrazos.
Juanocho
Una chulada, Ovidio. Que en este nuevo año se cumplan los anhelos de tu corazón. Un abrazo.
ResponderEliminarHay tanta magia en tus burbujas como en mis historias ancestrales.
ResponderEliminarFeliz año!