sábado, 13 de septiembre de 2014

La culpa fue de Joaquín Sabina

Nuestro "poeta metido a cantante" como a él le gusta definirse, fue, según confesó el propio Drexler, el culpable de que el uruguayo comenzase a componer en décimas espinelas para convertir "sus letras en canciones redondas"... anécdotas aparte, lo de Jorge es talento desbordante desde hace muchos años y eso, como la belleza, tarde o temprano sale a la luz... así que fue pisar el escenario del Jofre, escucharlo en directo, y entender que sus premios, sus discos, que se cuentan por éxitos, sus letras admiradas y cantadas por artistas de todo el mundo, sus bandas sonoras, grammys, goyas y hasta su óscar, son pequeños reconocimientos a un cantautor inconmensurable y universal que comparte su vida, sus inquietudes, sus deseos... y nos los ofrece como nadie con su voz dulce y envolvente para hacerlos nuestros, tararearlos, cantarlos y bailarlos... Sí, porque en el Jofre también bailamos con Drexler en una  maravilosa cueva en la que soñamos, creamos, amamos y sentimos al son de su música en más de dos horas de magia, simbiosis y poesía... y todavía no se había ido y ya lo echábamos de menos... memorable!!