viernes, 30 de noviembre de 2018

Celebración. A gran noite

A aguda sensibilidade que desprega a compañía Sarabela en cada montaxe adopta neste espectáculo o formato de sátira delirante sobre o asalto ao poder, contra a clase política e os poderosos, pero tamén contra os que desexan formar parte desa elite que denostan pero á que aspiran.
Os protagonistas: unha muller con serios problemas laborais, unha adolescente que quere ser adulta, unha persoa que se sente excluída economicamente, outra que pensa que pertence á alta alcurnia e está desfasada e excluída, e un home con serios problemas relacionais e sociais. Todos queren ser convidados á ‘gran festa’, estar na fotografía, porque iso significa ter unha oportunidade na vida e esquecer as miserias cotiás. Como non están entre os elixidos deciden deixar de ser o que aparentaban e iniciar unha ‘revolución’ xunto a outros excluídos para tomar o poder coa intención de modificar o sistema de valores.
Nada máis lonxe da realidade. Como imaxinaredes e constatamos a diario, a erótica do poder remata fagocitando soños, promesas, ideoloxías, utopías... Puro teatro!!!














sábado, 13 de octubre de 2018

Más allá del cristal

Inmóviles, como entes alienados, sin voluntad, sin pulsiones ni pasiones más allá de algoritmos, letras, iconos, memes que nos engullen, nos sustituyen en este universo paralelo y cuentan cómo somos, qué sentimos, qué deseamos… ‘Demuestra que no eres un robot’, se atreve a retarte. El gigante se ha percatado, duda de la naturaleza, humana quizá?... desconoce qué ciclo biológico, qué especie o qué mecanismo se esconde tras la errática actitud de seres abducidos por tonos, alarmas, apps, posts, guasaps, mails, chats, plugins… trata de averiguar si tras el muro cristalino hay un ser pensante o un autómata programado, una entidad virtual o mecánica artificial, un sistema electromecánico que, por su apariencia o sus movimientos, ofrece la sensación de tener un propósito propio…Demuéstraselo!! Capta la esencia, olfatea, camina y desanda, no tragues sin saborear ni veas sin mirar, hay vida inteligente más allá del teclado y del ruido… entre el cielo y el suelo habita un mundo lleno de magia y belleza aguardando pacientemente a que tus sentidos lo perciban.




miércoles, 5 de septiembre de 2018

Tocando el cielo

‘Todavía hay esperanza’, pensé, al tiempo que me afanaba en registrar cada movimiento, cada nuevo impulso, cada esfuerzo por alcanzar la cima, dar un paso más y abarcar la caracola en toda su inmensidad, fascinados el intrépido pequeño escalador y yo mismo por la divina proporción aúrea de unas inocentes espirales ejerciendo esa ‘atracción fatal’ de lo bello.

La disposición de los pétalos, la formación de borrascas, las órbitas de los planetas, la distancia entre ombligo y planta de los pies en relación a la altura total, las nervaduras de una rosa, una yuca o una alcachofa... los oídos en la caja de un violín, muchas sonatas de Mozart y Beethoven, o el David de Miguel Ángel, en todos ellos subyace el número de oro, y una hermosa letra que lo describe... No es más que una cifra: 1,61803... un número irracional, con infinitos decimales, que lleva por nombre una minúscula letra griega, phi, pero ellos solitos se bastan para definir un ideal estético que nos proporciona paz, felicidad, armonía.

La propia naturaleza y el arte conjurándose para redimirnos de tanta bajeza y mediocridad con la belleza como única arma... Bendita irracionalidad!!








*La Caracola de Cabo Home, obra del escultor Lito Portela, está ubicada en los acantilados de Donón, en la península de O Morrazo, con vistas sobre la Costa da Vela.

jueves, 31 de mayo de 2018

Palabras, palabras, palabras


El padre de Hamlet, rey de Dinamarca, ha sido asesinado por su propio hermano, Claudio, que, además, se hace con el trono casándose con la esposa del rey y madre de Hamlet. El rey muerto aparece ante su hijo en forma de espectro para contarle su asesinato y exigirle venganza. El príncipe decide entonces hacerse pasar por loco y en su presunta locura, prepara una representación teatral con el crimen como eje del argumento. El desenlace ya lo conoceréis pero a mí me pasa lo que a Drexler, me gusta más la trama y todo lo que subyace: la contradicción, las pasiones desbordadas, la corrupción, el sentido de la existencia, la desconfianza, el ansia de poder... En este escenario, cada personaje es un artista de la simulación pero Hamlet y su locura, su desorientación y sobre todo su ambigüedad lo hacen tremendamente actual, un especie de genio de la posverdad, ese territorio de aguas turbias que hay entre la verdad y la mentira, algo que ya relató Platón en su Caverna hace tantos siglos y que rebautizamos día a día, con más fuerza si cabe; falacias legitimadas por el adecuado aparato mediático y propagandístico que hace que no lo parezcan tanto o que, en todo caso, sean vistas como ‘hechos alternativos’, renunciando descaradamente a la honestidad intelectual y a la verdad... Seguro que os suena... En todo caso, espero que los árboles no os impidan ver el bosque y disfrutéis, como yo lo hice fotografiando, de la belleza, la originalidad y la grandeza de la puesta en escena de Teatro Clásico de Sevilla, ocho Premios Lorca y seis Premios Max, nada menos. Un lujo.