sábado, 6 de junio de 2015

Por culpa de Strand


Tras el ritmo frenético de un día cualquiera, araño minutos para llenarlos con caminos mil veces asumidos, descifrados, transitados por pies cansados y ojos ávidos de revelaciones, espacios vividos de una sutileza casi aérea...  Lugares de sombras y luces, señalados por el tiempo, presentes y ausentes a la vez, como instantes de nuestra propia vida, lugares lejanos pero siempre presentes, en nuestra memoria, en nuestras manos... Espacios que son más de lo que dicen, micromundos cargados de verdad, de poesía y de silencios que mi cámara y yo intuimos eternos.







En un campo
soy la ausencia
de campo. 

Siempre
sucede así. 

Dondequiera que esté
soy aquello que falta. 

Si camino
parto el aire
mas siempre
vuelve el aire
a llenar los espacios
donde mi cuerpo estuvo.

Todos tenemos razones
para movernos: 
yo me muevo
por mantener
enteras las cosas.

Mark Strand, 1964