domingo, 26 de noviembre de 2017

Lila Downs: RESPETO!!


Hija de una indígena mixteca del sur de México y de un cineasta de Colorado, Lila Downs era ‘demasiado gringa’ para los mexicanos y ‘demasiado morena’ para el gusto americano... Ya se sabe, una cosa es la teoría del imaginario colectivo  ensalzando el mestizaje, el encuentro enriquecedor de etnias y culturas, y blablabla... y otra bien distinta es la realidad. El caso es que el éxito le fue bien esquivo hasta que en 2003 interpreta el tema principal de la película Frida: Burn it blue junto a Caetano Veloso en la ceremonia de los Óscar, punto de inflexión en su carrera. A este momento estelar le sucedieron ya muchos otros, paralelos a portadas en las que Lila era la Frida Khalo de la música, la heredera de Chavela Vargas y el Tesoro de México, nada menos... A estos antecedentes se suma el flamante Grammy latino a mejor álbum folclórico y un Grammy americano a mejor regional mexicano de este mismo año, conciertos multitudinarios por toda Europa y América, entradas agotadas hacía días, con público expectante llegado de todas partes a su única actuación prevista en Galicia... Sin embargo, ninguna de esas circunstancias previene ante la conmoción de una voz que parecía venir de las entrañas de Oaxaca, que desbordó el patio de butacas, nos estremeció, nos emocionó y acabó por inocularnos ese orgullo por las raíces y esa veneración por la muerte, el amor, la tragedia... con piel de mujer.