sábado, 1 de noviembre de 2014

El espectáculo va a comenzar...



¿Nos dejará secuelas haber pasado tan rápidamente del futbolín a la Wii y la PSP? ¿O del fijo al smartphone, del fax al mail, de la Larousse a la Wikipedia, del teléfono a Skype, de la agenda al Ipad, del Monopoly a los Angry Birds, de la radio al Shazzam, de la tele a Youtube...? Así de directo e irónico comienza el espectáculo en el que Corbacho utiliza como excusa las nuevas tecnologías, lo que han cambiado y absorbido nuestras vidas y la absurda dependencia de ellas, para reírse de sí mismo, y que todos hagamos el mismo ejercicio, sanísimo... El de Corbacho no es un monólogo al uso sino teatro 2.0 en el que los espectadores fuimos coprotagonistas directos a través de una tableta gigante sobre el escenario del Jofre, convertido en una nueva red social, en la que pudimos expresarnos a golpe de tuit en tiempo real, y reímos con ganas de todo: de nosotros mismos, del resto de hombres y mujeres, de la pareja, los hijos, Internet, las redes sociales, la política, el fútbol, la religión, la televisión, el cine, el teatro, los perros –más bien sus dueños–, la monarquía, las princesas... lo absurda que se está volviendo la sociedad al completo pues no solo  hace uso de las nuevas tecnologías, sino que se "intoxica" hasta el punto de presentar síntomas como ansiedad, aislamiento o vacío emocional similares a cualquier adicción cuando, teóricamente, eran liberadoras y socializadoras... cosas veredes, amigo Sancho.