miércoles, 7 de octubre de 2015

Habitando lo cotidiano


De vez en cuando me permito el lujo de obviar ese dualismo entre ocio y negocio que impide percibir nuestras actividades ordinarias como procesos creativos, y me entrego a la observación y 
captura de fugaces movimientos de lo común, del día a día más 'doméstico'. Sombras, a veces suaves, otras extremas, en transformación, con diferentes tonalidades, que anuncian el paso gradual, lento, de la luz a la oscuridad... Sombras convertidas en mucho más que ausencia de luz: entre la zona más oscura [umbra], la que habita entre luz y sombra [penumbra] o la región más clara [antumbra] sobrevive un mundo de formas, profundidades, texturas que aportan contenido y refuerzan la presencia de lo fotografiado. Porque conociendo las sombras descubres los secretos de la luz. Ese universo de pequeñas grandes cosas, de seres que lo habitan, de escenas momentáneas captadas con trazos rápidos o más detenidos, sombras insinuadas unas veces, proyectándose tras una densidad dispersa otras, que a poco que las observas y descifras, muestran toda su belleza poética.