viernes, 16 de diciembre de 2011

Cénit y nadir: la belleza de lo vertical

Aunque lo que suele hacer el hombre, 
a lo largo de su vida, 
es ir de derecha a izquierda o a la inversa... 
yo, por aquello de llevar la contraria, 
algo que me gusta especialmente, 
para generar debate, 
me he dejado seducir hoy por lo vertical, 
en su amplio significado. 
Como sin duda sabréis, 
la vertical suele ir de arriba abajo 
o a la inversa, 
y en su intersección con la esfera celeste
da origen al cénit
que no es otra cosa 
que el punto más alto del cielo 
con relación al que lo observa, 
y que se encuentra siempre 
justo sobre su cabeza, 
a noventa grados; 
en sentido contrario, 
por debajo de nuestros pies, 
en el punto más bajo, 
se encuentra el nadir... 
bien, pues por algún extraño fenómeno 
hoy todas las imágenes que os muestro 
son verticales...  
supongo que es mi particular y merecido homenaje a estas hermosas palabras, 
casi en desuso, 
y a su significado, 
que bien podría ser 
una metáfora 
de nuestra propia existencia. 
















1 comentario:

  1. Imagino a un campesino del siglo XIII entrando por primera vez en una catedral gótica, primero, con sus respetuosos ojos clavados en el suelo, avanzando por el pasillo de la nave central, después, temeroso del eco de sus pasos -reverberando en el espacio inimaginable-, hasta tal punto que no puede hacer otra cosa que levantar su mirada hacia el vértigo de luz y piedra.

    Lo vertical, panorama de lo divino a lo humano ... y viceversa.

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