Mi inconsciente, en su tozudez, se empeña en contradecir el mensaje ‘oficial' imperante en publicidad, asumido como único y, lejos de
bendecir eso de que ‘no tenemos sueños baratos’, noche tras noche, en duermevela,
profundamente dormido o incluso despierto y entregándome a lo que yo llamo mis viajes
oníricos... el caso es que los míos nada tienen que ver con primitivas, megayates o casoplones en
islas paradisíacas...
Lo maravilloso de mis pequeños grandes sueños de andar por casa es que, a veces, se hacen realidad y es entonces cuando capturo luces mágicas, formas envolventes, inquietantes o serenas, momentos eternamente vividos, paisajes cercanos, largamente añorados, imaginados, deseados, gestos cotidianos, arrugas, secretos desvelados, verdades del corazón, las más valiosas... esas que traspasan la piel y guardas para siempre, en la retina y en el alma.
Lo maravilloso de mis pequeños grandes sueños de andar por casa es que, a veces, se hacen realidad y es entonces cuando capturo luces mágicas, formas envolventes, inquietantes o serenas, momentos eternamente vividos, paisajes cercanos, largamente añorados, imaginados, deseados, gestos cotidianos, arrugas, secretos desvelados, verdades del corazón, las más valiosas... esas que traspasan la piel y guardas para siempre, en la retina y en el alma.