viernes, 10 de febrero de 2012

El enigma de las flores peregrinas


El milenario camino a San Andrés de Teixido es fuente de inspiración de historias legendarias, romerías y tradiciones. Una de ellas, que no hace mucho pude conocer, es la de la capilla "viajera" da Fame e da Sede de Liñeiro, en Valdoviño: la capilla original, del siglo XVI, antiguo albergue de romeros, no se encontraba inicialmente en esta ubicación pero el cura de la parroquia por aquel entonces, cuenta la leyenda que allá por el XIX, viendo que los peregrinos descubrieran un atajo que los alejaba del Camiño Real, y ante las pérdidas económicas que este desvío suponía, convenció a la virgen para que, “levitando”, les indicase a los vecinos la idoneidad de levantar la capilla en la ruta de peregrinaje, 
y ahí es donde hoy la podéis encontrar…


Como casi siempre ocurre con las leyendas, lo de menos es si son ciertos o no los hechos, 
sino la belleza, fantasía e imaginación que adornan estas historias.
Y hay otro misterio, éste todavía sin desentrañar: es la presencia constante, 
cada vez que me acerco a este enigmático lugar, de flores rojas, frescas, casi recién cortadas 
y cuidadosamente colocadas en la puerta de la capilla, en cualquier época del año, 
como una ofrenda eterna ajena al paso del tiempo.




1 comentario:

  1. No sabes lo que me acabas de descubrir, Ovidio. Tengo predilección por las capillas "medio olvidadas" y ésta merece una visita sí o sí.
    Espero que ese día las rosas marchitas sigan enmarcando la puerta. Sólo romperé el silencio con un clic. La tentación es demasiado fuerte.
    Impresionante!!

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