Hace sólo unas semanas estábamos celebrando las navidades y de ellas sólo quedan en nuestra retina, de forma vaga y borrosa, algunas imágenes luminosas y llenas de nostalgia. Únicamente los más pequeños ponen todas sus esperanzas en que el milagro se produzca y los sueños se cumplan de nuevo el próximo año... por lo menos por una noche.
Esta publicación está dedicada a todos ellos.
Pero vendrán tiempos mejores, soy optimista, mientras tanto la esperanza permanece congelada, congelados los salarios, congelados los recursos, congeladas las ayudas, congelado el
futuro, congelados en la calle, congelados mendigando... los propios
sueños están congelados hasta nuevo aviso de los mercados...
¿de
valores?
Ignoraba habias estado en Terranova, lo digo por la fotografía de los "Iceber´s" ?????
ResponderEliminarEstá fantastica.
Saludos
Juanocho
¡pero que tío tan profundo, sensible, solidario,comprometido, con los pies en suelo firme y al mismo tiempo con una gran carga de esperanza en los nuevos valores que yo tampoco dudo que resurgirán y que deseo no tarden en llegar". Ah¡ y las fotos maravillosas
ResponderEliminarDudo mucho que vengan tiempos mejores. La crisis siempre la pagan los mismos, y no son precisamente los que nos han metido en ella. Liman el poder adquisitivo de la gente y acaban con el bienestar social. Nos piden sacrificio y ellos son los últimos en dar ejemplo. Ya me da verguenza leer cada dia el periódico y ver la cantidad de ladrones de guante blanco que se descubren y la cantidad de dinero público que se derrocha mientras nos dicen que habrá que tomar medidas dolorosas... ¿dolorosas para quién?.
ResponderEliminarEn fin, que hoy me he levantado pesimista, lo siento.
Por cierto. Preciosas fotos.
Decirte que me gusta mucho esa foto de invierno oscuro, de ramas y lluvia. Y también los hielos "on the rocks", parecen sacados de la mismísima Antártida.
ResponderEliminarEres un crack, Ovidio, aunque hayas sucumbido a las lucecitas de Navidad ;-)
Qué gran tino al pie de la foto de los tempanos helados.La realidad actual resulta heladora, cierto, pero una actitud como la del caballero Ovidio es la que debemos aplicar a diario para que estos cubitos se derritan pronto
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