Admiro a Eduard Punset, es un hombre ilustrado y con espíritu científico, con grandes dotes pedagógicas que nos mantiene al tanto, de una forma amena y poco encorsetada de los ultimísimos descubrimientos de la ciencia, nos ayuda a conocernos mejor, y nos hace reflexionar, cosa inusual en estos tiempos casi sin tiempo... Bien, pues hace unos días en un programa de televisión explicaba uno de los últimos descubrimientos científicos según el cual otra de las diferencias entre el ser humano y otros seres vivos es que el hombre es el único capaz de ponerse en el lugar del otro y de sentir dolor, por ejemplo, cuando otro lo siente...
También afirmaba a continuación que lo mejor que podíamos hacer los humanos era dejarnos llevar por la intuición para solucionar problemas y, en general, andar por la vida, y no fiarnos tanto de la razón, ya que esta última ocupa un tanto por ciento minúsculo de nuestro cerebro, comparado con el de la intuición....
Yo lo escuchaba atentamente y al mismo tiempo veía a Lira, mi perra y protagonista de esta publicación, con los ojos clavados en la tele como “intuyendo” que la cosa “también iba con ella” y tardé solo segundos en llegar a una conclusión que en este caso contradecía al profesor (los que tenéis perro seguro que lo entendéis perfectamente). Lira no solo se pone en mi lugar y me acompaña cuando sufro algún dolor físico o de otro tipo, ella sabe –¿o intuye?– que algo no va bien del todo e no se separa un instante en esas horas bajas... ¿será quizás porque ella sí usa la intuición y no tanto la razón, siguiendo los consejos del maestro?
Qué linda Liriña :)
ResponderEliminarLiriña es maravillosa, en todos los sentidos... eh, felicidades por un triunfo más y que todos os que te conocemos sabemos que es más que merecido, ENHORABUENA Y BICOSSSSSSSSSS
EliminarGracias Ovi. Pero no son triunfos, sólo papeles. :)
EliminarEfectivamente, mi perra Inca intuía mis estados de ánimo y, cuando mi moral no estaba muy boyante, venía a lamerme con delicadeza y se acostaba a mi lado en lugar de irse a su sitio. Mi nuevo compañero, Toxo, que es un cachorro loco, cuando me ve preocupada viene a abrazar mi cabeza y a lamerme toda la cara hasta que me muero de risa.
ResponderEliminarEs que son seres maravillosos, hay que tenerlos para admirarlos y quererlos porque son únicos, te recuerdo perfectamente con Inca, paseando, y es genial que tengas a Toxo, otro fiel compañero de viaje... son pura vitalidad, entrega, sensibilidad y la contagian, bicos!!
EliminarOvidio, ya sabes que sigo todas tus entradas o casi todas y nunca he apuntado ningun comentario entre otras razones porque lo hago de viva voz. Pero esta vez lo voy a escribir para dejar constancia de la importancia del personaje aludido;Lira.Texto y fotos, fotos y texto. Fantastico. Liriña....
ResponderEliminarMuchas gracias de mi parte y de Liriña, ella además de todo lo que conté es muy agradecida, jeje, es una suerte tenerla y disfrutarla, igual que lo es contar con seguidores fieles, un placer y un abrazo
EliminarEsta vez no pude resistirme a tanta ternura. Lira, menudo bombón¡
ResponderEliminarEs que Liriña es mucha Liriña, una gozada.Bicos y apertas grandes
EliminarLira merecía un lugar destacado en tu blog. Me alegro que la hayas traído para que nos llene los ojos de ternura. Esa mirada inmensa...
ResponderEliminarElla es un ser maravilloso, merecen eso y más, tú sabes bien de lo que hablo... Muchas gracia por tu sensiblidad y por estar ahí, un abrazo
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