Con
el paso de los años, además de los achaques propios de la edad, se acrecienta
en uno la incredulidad y el escepticismo, la experiencia nos enseña que las
cosas no siempre son blancas o negras, que hay matices, y que incluso lo que
hace un tiempo eran casi verdades absolutas dejan de serlo, y lo contrario
también sucede. Pero la edad nos hace también más permisivos y transigentes, más abiertos a la diversidad de
posibilidades porque sabemos que casi cualquier cosa puede ser polisémica, tener
múltiples interpretaciones, causas, cauces... hay una frase que resume perfectamente
lo que quiero decir, es ésta: “no
es lo que parece”... sí, ya sé que la frasecilla da pie a continuarla con
aquello de que “... todo tiene una explicación...”
pero no, no va por ahí la cosa, en todo caso, las imágenes que forman esta
primera serie vienen a ilustrar esta idea de que no siempre lo que
parece inicialmente es lo que es. Por supuesto, me encantaría saber vuestra
opinión sobre ellas para abrir, si cabe todavía más, el abanico de los posibles
significados...
parece un abrebotellas
parece un desierto de dunas en la noche
parecen piezas de un rompecabezas
es la fachada de la SGAE en Santiago de Compostela
parece un paisaje urbano japonés
es el edificio de apoio ao estudo en el campus ferrolano
parece una aerografía
es el reflejo de una copa de vino
parece el muro de las lamentaciones
es una escultura de Álvaro de la Vega en el Torrente Ferrol
parece un derviche girador turco
es Kike Peón bailando en el teatro Jofre
parece la maqueta de una casa
es una escultura de Suso Basterrechea
parecen pájaros en pleno vuelo
son bailarines de Vacuo, del Centro Coreográfico Galego
parece un capuchón de la semana santa ferrolana
pero es la pera
parece un hombre gritando de rabia
es Germán Coppini cantando en el Jofre
Continuará
pocas cosas son lo que parece, ya iremos aprendiendo...
ResponderEliminarPrecioso sitio con una fotografía estupenda. El arte es maravilloso en cualquiera de sus formas.
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