sábado, 19 de diciembre de 2015

Una berza es una berza



Corren malos tiempos para identidades propias entre tantos papanoeles asaltabalcones, ilusiones atrapadas en grandes almacenes y juguetes para no compartir... Así que uno que es terco y esteta por naturaleza, y dado que en esta ventanita al mundo mando yo _con permiso de google, claro está_, quiero felicitaros las fiestas reivindicando la belleza de lo cotidiano, lo cercano, lo que nos hace diferentes, ni mejor ni peor, y abogo por amar lo propio, lo que conocemos desde la raíz, no solo en superficie, y lo hago con una respetuosa reinterpretación de un clásico, Edward Weston, maestro de la luz, la composición y el juego de ambivalencias entre los objetos fotografiados… Con este retrato-homenaje a la berza, la verdura gallega omnipresente en las huertas familiares y uno de esos productos humildes, genuinos y deliciosos más nuestros, dotado de una belleza rotunda, con sus texturas epidérmicas y sus formas casi táctiles, os deseo una Navidad llena de sonrisas, sabores, abrazos, recuerdos y emociones compartidas.